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terça-feira, 10 de dezembro de 2013

Melilla e seu cemitério judaico




En 1864 llegan los primeros Hebreos Sefardíes a la ciudad de Melilla, ubicando Alrededor de 1870, el primer cementerio hebreo de España, tras la expulsión de los judíos de Sefarad 






Los primero judíos en Melilla, al bucear por la historia de la Comunidad Judía de Melilla, se pueden comprobar los cambios demográficos y los diferentes movimientos de la expansión poblacional, dilatándose a través de más de un siglo y medio de presencia.
Hubo dos decisiones acertadas de los dirigentes españoles, dieron un cambio circunstancial, favoreciendo el florecimiento comercial y demográfico de Melilla, como fue la Ley de 18 de Mayo de 1863, declarando puertos francos, los de las plazas de Melilla, Ceuta y Chafarinas; y otra la Real Orden publicada el 17 de febrero de 1864, por la que se autorizaba a residir en Melilla a cuantas personas quisieran hacerlo, sin las restricciones que había hasta entonces, donde se tenía que pedir permiso para pernoctar y era por tiempo limitado.
Con todos estos factores positivos, y la seguridad que proporcionaban las tropas españolas a todos los hebreos que eran perseguidos en marruecos, se van desplazando hasta Melilla. Así, En pocos años un número importante de judíos residen en la ciudad, llegando a formar una colonia con más 7.000 almas, en apenas 12 Kilómetros cuadrados, extensión que ocupa Melilla. Hoy apenas es un millar los que componen este colectivo, tan arraigado y al que tanto hay que agradecerle por su aporte social, económico, cultural y político para el engrandecimiento de la ciudad de Melilla.
En estos primeros años, ante el aumento del colectivo judío, se abren varias sinagogas y un cementerio para poder dar sepultura a sus difuntos según los ritos y leyes judaicas.



Los cementerios hebreos de Melilla 






Los cementerios hebreos, suelen estar separados de los demás para cumplir con sus leyes y costumbres según el rito judaico. Entre estas leyes existe el principio de que no se puede levantar una sepultura, excepto para trasladar sus restos a la tierra de Israel. Esto ha contribuido a mantener estos cementerios centenarios hasta hoy en día, con la gran riqueza patrimonial e histórica que representan como el de San Carlos, existiendo de estos cementerios que perduran desde antes de la expulsión de los judíos en el año 1492.
En Melilla hay tres cementerios hebreos o israelitas, cada uno de ellos con su propia identidad y autonomía. El más antiguo es el de “San Carlos o Alcazaba”.Este cementerio es el menos conocido, y tras varios artículos publicados en la revista Mem Guímel, salió de este anonimato.



El cementerio de la Alcazaba 






El Cementerio se encuentra localizado en el cuarto recinto, en la zona conocida con el nombre de “La Alcazaba”. Incluso una de sus paredes es un lienzo de esta muralla.En un principio se ubicó en esta zona por estar el Cementerio Municipal y el Civil, ya instalados allí. A pesar de ser colindante ambos, se encontraban separados físicamente por una muralla, con entradas independientes.A Finales del siglo XIX, debido al incremento de la población, se abren nuevos cementerios alejándose de esta zona; por ello en el año 1892, se inaugura las nuevas instalaciones del cementerio cristiano y civil. Separados de estos por un muro, se construye el cementerio hebreo, teniendo su primer enterramiento por el año 1893.Con la construcción de los nuevos camposantos, son exhumados los restos del cementerio cristiano y civil, pero no es así del hebreo, debido a las peculiaridades de las leyes hebraicas –Halajá en hebreo-. Ello ha favorecido que hasta hoy se mantenga, siendo el primer cementerio hebreo en tierra española (Sefarad), después de la expulsión de los judíos en el año 1492.
El cementerio hebreo de San Carlos, no tiene acceso directo a la calle, en la actualidad, de difícil localización, teniendo que atravesar un pequeño patio de la vivienda que está en el muro este, la mejor opción es preguntar a los lugareños por su ubicación.



Primer y último enterramiento 



Según el historiador fallecido recientemente, Jesús de Salafranca, hace constar que en el acta del Registro civil, libro 4 tomo 51, el primer enterramiento fue D. Mimón Levy Benaim Z.L., el 21 de noviembre de 1883, de Muerte Natural a los 75 años. El último el 6 de Diciembre de 1893 siendo la menor Merian Benarroch Teoclen Z.L., de 24 meses. Esto no quiere decir que no se hiciesen enterramientos sin pasar por inscripción, como se puede deducir por lo recogido por David Melul.
En este listado hay un total de 74 enterramientos, a pesar que el terreno tiene superficie para albergar unos100 enterramientos. Este hecho pone en duda que se hiciera uso del nuevo sin estar completo.Pero este listado es solo de referencia y quizás los enterramientos comenzaran con anterioridad a esta fecha. Y otro dato es que la única tumba que hoy se mantiene con lápida, no está incluido, el de una niña de 54 meses, Sol Benmejara que falleció el 1 de agosto de 1891.
Hoy se pueden contar tan sólo una treintena de tumbas, algunas de ellas en parte oculta por las construcciones. Llama la ausencia de lápidas, apunta Salafranca la posibilidad del robo de las mismas. O bien por los escasos recursos de la época. Pero es de extrañar esto último, en otros cementerios coetáneos en Marruecos, sobre la lápida que cubría la tumba se inscribía la identificación del fallecido.
Otras de las curiosidades históricas, es las afirmaciones en el Libro David Melul, una semblanza, donde David Melul Bisnieto de José Melul Rofé, afirma que este implantó la Jebrá Kadishá (entidad que se ocupa de los enterramientos judíos), dedicándose a recoger en zona marroquí y con ayudas de amigos pagados, a los judíos que habían sido asesinados para enterrarlos en el Cementerio judío de Melilla. Este cargo distinguido lo ostentó desde 1868, cuando adquiere la nacionalidad española, hasta su muerte en Melilla en 1909.



Comprado por la colonia hebrea 



En Melilla a pesar de haber un número importante de habitantes hebreos, no hay constancia hasta 1903, que estuvieran organizados como una comunidad, a sazón de lo que hoy se conoce.
Pero ante el cambio de lugar del cementerio cristiano y civil, un grupo de hebreos ilustres de la ciudad, piden que se mantenga este cementerio en respeto de las leyes hebraicas, y el interés por su compra.
En 1902, ya adquieren esta propiedad por Orden Real de 5 de junio de 1902, en el que su Majestad el Rey Alfonso XII, cede a la Junta de Arbitrios de la ciudad a través del Comandante General este solar. Para que a su vez lo haga a la colonia hebrea, representada D. Salomón Melul Rofé y D. Ezer Benarroch Chocrón. De ello se puede deducir, sin entrar en detalles legales actuales, que este solar y camposanto son propiedad de la Comunidad Israelita de Melilla.
El canon que se abonó por parte de la colonia hebrea fue de 1.080 pts. Pero se pusieron algunas condiciones, entre ellas que no se podía llevar a cabo más enterramientos, ni se movimientos de tierra y se debía de cerrar por cuestiones de higiene y salud.



El cementerio hoy 



La labor de investigación no ha concluido y todavía quedan muchas cosas que sacar a la luz. Por ello y desde la Asociación Mem Guímel, se toma como prioridad, apostando por que todas las tumbas estén visibles, y con el honor y respeto que se merecen estos restos fallecidos, a pesar de más de cien años. Así como evitar que algunos de los vecinos colindantes no lo tomen como vertedero, ni desagües de agua sucias. Esto va enmarcado dentro de su “Proyecto SEFAMEL”, para dar a conocer la historia, legado y patrimonio hebreo en la ciudad.
Este cementerio es un patrimonio que tenemos todos los Melillenses, no solamente los Hebreos de la ciudad. A pesar de su importancia religiosa, la histórica debe hacer que se adecente y se consiga, si es posible, ser un Bien de Interés Cultural.
Otra propuesta, es cambiar el acceso y en la zona colindante hacer un museo de los ritos funerarios hebreos. Esta iniciativa convertiría a Melilla en la primera en poseer un museo de similares características. 





de María Elena Fernández Díaz 
(Historiadora y Directora del Proyecto SEFAMEL)



Fuentes: Archivo General de Melilla.los Judíos de Melilla “Jesús Salafranca”. David Melul, una semblanza “Rafael Vázquez y
 Mario Javier Sabán”. Boletín Mem Guímel.






(Enviado gentilmente por Álvaro Martinez)