Versão de Vasco Xabier Kintana
Judah
ben Samuel Halevi
Espanha, 1070/75 - Jerusalém, 1141
Mira las ciudades! ¡Contempla las villas
que fueron propiedad de Israel!
Honra a Egipto!
Sean leves
tus pasos! No pises con fuerza
por las calles
por las que pasó el Señor
buscando la sangre de la Alianza
en los dinteles,
y la columna de
fuego, y las columnas de nube
mientras todos los ojos las
contemplaban y veían.
De allí
proceden los hombres de la Alianza divina,
las piedras angulares del pueblo
del Señor se tallaron allí!
Dios mío!, de generación en generación se
narra tu prodigio,
de padres a hijos sin que nadie lo
niegue.
Este Nilo
testimonia que en sangre lo convertiste,
sin conjuros, sortilegios ni hechizos;
sólo con tu
Nombre en mano de Moisés y Aharón,
y el cayado que se trocó en
serpiente.
Ayuda al siervo
que cree en Ti
y corre a ver los lugares en que
obraste el prodigio!
Llévame a So'an, al Mar de los Juncos y al
Monte Horeb?
para recorrer Silohy la montaña del
Templo en ruinas;
para seguir la
ruta del Arca de la Alianza hasta
lamer el polvo de su tumba, más
dulce que la miel;
para ver la
morada de la hermosa que olvidó su nido.
Echaron a los hijos de la paloma y
lo habitan crías de cuervo!:
El Destino me trajo rodando a los desiertos
de Nof.
Dile al Hado que me siga
arrastrando y me de vueltas
hasta que vea
el desierto de Judá,
hasta que llegue a los confines del
Norte, al Bello Lugar.
Allí me cubriré
con la gloria del Nombre de mi Señor,
me pondré, envolviendo mi cabeza,
el turbante de su santidad.
( Enviado pelo amigo Alvaro Martinez)